Nuestro servicio se basa en el principio de ondas de alta frecuencia producidas en un líquido especial en el que las piezas se sumergen a 80oC. Debido a la frecuencia de trabajo y la densidad del líquido, se forman continuas depresiones y sobrepresiones que aparecen y desaparecen en cuestión de microsegundos en el líquido, haciendo implosionar la molécula de agua, aproximadamente 40.000 veces por segundo, produciendo un micro-cepillado que actúa alrededor de cualquier elemento que se introduzca. Este efecto recibe el nombre de cavitación ultrasónica y elimina la suciedad de la superficie de las piezas sumergidas incluso en los puntos de más difícil acceso. Alcanzando así superficies no accesibles para otros medios de limpieza.